La ansiedad y el miedo están estrechamente relacionadas. Son reacciones ante situaciones perjudicales o potencialmente perjudiciales.
La ansiedad suele diferenciarse del miedo por la falta de un estímulo externo que provoca la reacción: la ansiedad surge en nuestro interior, es un miedo hacia el mundo exterior.
"Por ejemplo ver una serpiente provoca miedo, pero el recuerdo de una experiencia desagradable con serpientes o la sospecha de que quizá veamos una son estados de ansiedad".
La ansiedad se describe como miedo no resuelto. Según esta teoría, el miedo está relacionado con una conducta de huída y de evitación en situaciones amenazadoras y, cuando esta conducta se ve frustrada, el miedo se convierte en ansiedad.
El miedo y la ansiedad son reacciones normales ante situaciones peligrosas, reales o imaginarias, y por sí solos no constituyen estados patológicos.
Cuando el miedo y la ansiedad son recurrentes, persisten más de lo normal, y cuando afectan el ritmo normal de vida, entonces existe un trastorno de ansiedad y miedo.
Trastornos de ansiedad son: Pánico, fobias, trastornos de estrés post traumático, trastornos obsesivos-compulsivos, y ansiedad generalizada.
Las características de estos trastornos son un estado de intensa ansiedad y la evitación de situaciones que pueden provocar ese estado.
Problemas en la vida cotidiana pueden convertirse en un miedo patológico bajo la influencia intensificadora del estrés. El estrés no tiene relación con el trastorno que se desarrolla, y es en cambio, un estado que reduce el umbral de seguridad del trastorno de ansiedad; con lo que el individuo se vuelve vulnerable a la ansiedad, pero no dicta la naturaleza del trastorno que aparecerá.
Por ello REGENERACION NEURONAL responde.